Las edificaciones de Norman Foster, el arquitecto más influyente en la actualidad, destacan en las principales ciudades del mundo por su diseño influenciado por la tecnología, como también por la impronta de fundirse con armonía en el paisaje en el cual han sido construidos. En su amplio portafolio destacan proyectos urbanísticos, de infraestructura pública, obra civil, edificios culturales, oficinas, rascacielos y aeropuertos.
Con su estudio Foster and Partners, llamado Foster Associates hasta 1990, comenzó a desarrollar su estilo High Tech a través de edificios en donde la tecnología era el elemento principal. Obras con una arquitectura industrial de grandes dimensiones y técnica, para las cuales era necesario también invertir grandes presupuestos.
Durante su prolífica carrera, Norman Foster ha erigido construcciones arquitectónicas portentosas, como, por ejemplo, la renovación del edificio del Reichstag de Berlín en 1999, espacio famoso por su cúpula de cristal transitable. También el Aeropuerto Internacional de Hong Kong, ubicado en una isla artificial, con capacidad para trasladar a 35 millones de pasajeros al año.
El Puente Milenium sobre el río Támesis en Londres es otra obra destacada en su amplio portafolio. Diseñado en acero y aluminio, conecta la Tate Modern con la Catedral de Saint Paul, un símbolo arquitectónico de la capital del Reino Unido. En Londres tenemos además el Edificio 30 St Mary Axe en el distrito financiero, de 180 metros de alto. En Fráncfort, Alemania, está otra de sus edificaciones representativas, la Torre Commerzbank, el edificio más alto de Alemania y de toda Europa occidental. Y cómo no mencionar el Nuevo Estadio de Wembley, también en Londres.
Además destacan la ampliación del Aeropuerto Internacional de Beijing, desarrollada a propósito de los Juegos Olímpicos de Pekín en 2008, en el cual se invirtieron alrededor de USD 2,800 millones. La Torre de Caja Madrid, el edificio más alto de la capital española. El Centro Tecnológico de Mclaren en Woking, en Surrey, el viaducto de Millau, en Francia, y el Carré d’Art en Nimes, el edificio de HSBC en Hong Kong.
Entre los proyectos recientes de Foster se encuentra el Apple Park, el cual alberga las oficinas matrices de la empresa fundada por Steve Jobs y Steve Wozniack, en Cupertino, California. Se trata de un lugar abierto de 260,000 metros cuadrados y con una capacidad para 12,000 empleados que fue inaugurado en 2017. Un proyecto que combina luminosidad, minimalismo y funcionalidad, que permite la entrada de luz en cualquier parte del espacio por su forma circular.
Otro proyecto reciente es el Edificio Axis en la plaza de Colón, en Madrid. Una renovación del edificio anterior que albergó a la sede de Barclays, ahora cuenta con una estructura de cristal y una cubierta envolvente formada por vigas de acero que se entrecruzan en diagonal. La sostenibilidad, una de las improntas de Foster, se manifiesta en la fachada transparente y su malla exterior de acero, las cuales permiten un menor consumo energético.
En Dubái también ha dejado su marca: el ICD Brookfield Place, un rascacielos de 53 pisos con una cubierta en cristal, es el residente estrella en su distrito financiero, que cuenta con jardines de cinco pisos de altura; el centro del proyecto en el cual habitan oficinas, centros culturales y otros ambientes de esparcimiento público.
Y aún hay muchos proyectos de Foster desperdigados en muchas ciudades del mundo; varios de ellos en proceso de construcción. Actualmente, el arquitecto, con 87 años, es el presidente de la Norman Foster Foundation, la cual fomenta el pensamiento y la investigación interdisciplinar para ayudar a nuevas generaciones de arquitectos, diseñadores y urbanistas a anticiparse al futuro.